sábado, 28 de mayo de 2016

Cuando los senderos se bifurcan hasta reencontrarse.
Alec Mendoza. 

Parte XVI

LA ALIANZA MILITAR CON HITLER


Abraham Stern redactó un documento fechado el 11 de Enero de 1941, titulado:
"Directrices para la propuesta del “Irgun Tzvai Leumi B'Yisrael” (la Organización Militar Nacional en Palestina), en relación con la solución de la cuestión judía en Europa, y la participación activa de la Organización Militar Nacional en la guerra al lado de Alemania”.

La “Organización Militar Nacional” en Palestina ordenó a Neftalí Lubinczik ir a Beirut, para encontrarse con Alfred Roser, un agente de la inteligencia militar nazi y Werner Otto von Hentig, este hombre estaba a cargo del Depto. Oriental de la Oficina de Asuntos Exteriores de Alemania y entregarles la propuesta de Stern. Días después  llevaron la propuesta de alianza a su embajada en Turquía, donde una copia fue encontrada después de la guerra. Conocido hoy como “El documento de Ankara”. (Yehuda Bauer:” Desde la Diplomacia hasta la Resistencia”, p.132). 

El 21 de enero de 1941, el extraño documento fue recibido en Berlin. Enviado por Franz von Papen, entonces embajador de Alemania en Turquía, a la Oficina de Asuntos Exteriores nazi. El documento en cuestión fue clasificado como "secreto", y su número de identificación es E234151-8- Sección 3

Ya hemos señalado que Stern consideraba que el Reino Unido era el enemigo del sionismo.   

Esta curiosa e interesante oferta del sionismo de extrema derecha para la solución de la cuestión judía en Europa y la activa participación del Irgun Tzvai Leumi B'Yisrael  en la guerra junto a Alemania requiere detenernos un poco más.
 
Dice la propuesta de Stern que: “En sus discursos y planteos, los dirigentes de la Alemania Nacionalsocialista habían enfatizado que el Nuevo Orden en Europa debía, como requisito inicial, una solución radical de la cuestión judía por la vía de evacuación, denominada “Juden-Frei Europa”. Esa evacuación de masas de judíos de Europa sólo podía ser lograda a través de los asentamientos de esas masas en la patria de los judíos, Palestina, y por la creación de un estado judío en sus límites históricos. El objetivo de la actividad política y los años de lucha del  movimiento por la libertad de Israel, fueron para resolver el problema judío por esa vía y por lo tanto liberar al pueblo judío para siempre”.
 
El  Irgun Tzvai Leumi B'Yisrael está de acuerdo con los deseos y acciones de los dirigentes del gobierno del III Reich respecto de las positivas actividades sionistas dentro de Alemania y del programa de emigración sionista, y los considera de la siguiente manera:
 
1. Hay intereses comunes entre el Nuevo Orden Europeo basado en el concepto alemán, las verdaderas aspiraciones nacionales del pueblo judío y lo defendido por la “Organización Militar Nacional”.
 
2. Es posible la cooperación entre la Nueva Alemania y la renovada nación hebraica (Völkisch Nationalen Hebräertum).

3. El establecimiento del estado histórico judío, sobre una base nacional y totalitaria unida por un tratado con el Reich Alemán, podría contribuir y reforzar, en el futuro, la posición alemana en el Oriente Próximo. 

4. A condición que sean reconocidas por el gobierno del Reich Alemán las aspiraciones nacionales del Movimiento por la Libertad de Israel arriba mencionadas, la “Organización Militar Nacional” de Palestina se ofrece a tomar parte activa en la guerra al lado de Alemania.
 
5. Esta oferta del Irgun Tzvai Leumi B'Yisrael  podrá incluir actividad militar, política y de informaciones en Palestina y, tras ciertas medidas organizacionales, también fuera de Palestina. Junto a esto, los hombres judíos de Europa serán militarmente entrenados y organizados en unidades militares bajo el liderazgo y mando de la “Organización Militar Nacional”. Tomarán parte en las operaciones de combate con el objetivo de conquistar Palestina, si se concretara ese frente. 
Conforme a su estructura y concepción del mundo la “Organización Militar Nacional” está en estrecha vinculación con los movimientos totalitarios europeos. 
 
6. La participación de la “Organización Militar Nacional de Israel” en el Nuevo Orden Europeo, todavía en estado de preparación, junto a una solución radical positiva para el problema de los judíos europeos, en base a las aspiraciones nacionales del pueblo judío arriba mencionadas, reforzaría enormemente la base moral del Nuevo Orden a los ojos de toda la humanidad.
 
7. La cooperación de la “Organización Militar Nacional de Israel” sería coherente con los recientes discursos del Canciller del Reich Alemán, en los cuales Hitler indicaba que toda negociación y toda alianza debía contribuir a aislar y combatir a Inglaterra”.  

 
No hay datos concretos de respuesta alemana a esta oferta, pero es sabido que el emisario de Abraham Stern el Sr. Naftali Loubentchik, fue detenido en junio de 1941 por las tropas aliadas en las Oficinas de los Servicios Secretos nazis en Damasco. Las conversaciones y contactos sobre la oferta se cortaron definitivamente cuando las autoridades británicas en diciembre de 1941 capturaron a Itzak Shamir y lo acusaron de terrorismo y colaboración con el enemigo. 

La política estratégica alemana ya era pro-árabe. De forma casi inimaginable, el grupo de Abraham Stern buscaba cerrar un pacto con el III Reich en un momento en que las noticias de persecución y exterminio de judíos eran comenzaban a ser conocidas en Palestina. Aparentemente, Stern o no creía en esa información o estaba dispuesto a colaborar prioritariamente con los nazis si la alianza servía para ayudar a refundar el estado judío.
 
Hemos mencionado que un miembro importante del “Irgun Tzvai Leumi B'Yisrael ” en el momento en que el grupo hizo esta oferta fue Yitzhak Shamir, años después, cuando Shamir fue reporteado sobre la oferta de 1941, confirmó que estaba al tanto que su organización había propuesto una alianza con Alemania en guerra. También Walter Lacquer, en su “Historia del Sionismo” p. 376, afirma que Shamir creía que Gran Bretaña, y no Alemania, era el principal enemigo.

Es sorprendente que la acción delirante de Stern en 1941 se mantenga vigente 31 años después. En la revista “American Zionist” de febrero de 1972, páginas 32 y 33, Martin Sicker, un sionista nostálgico del Leji escribió: “La fuente de todos nuestros pesares era la ausencia de un hogar y un estado. Por tanto, nuestro enemigo eran los británicos  que nos habían traicionado y habían dejado a nuestros hermanos de Europa a merced del perseguidor".
 
Como conclusión a esta historia tan interesante como silenciada se puede decir que a pesar de la hostilidad entre el régimen de Hitler y el sionismo de diferentes vertientes, durante varios años los sionistas y la Alemania Nacionalsocialista tuvieron intereses coincidentes en varios campos y por parte judía, incluso militar.

Dos aspectos concretos del texto llaman la atención.

La mención a la "las positivas actividades sionistas dentro de Alemania y del programa de emigración sionista". 

Muchos no entenderán esto, dado el reconocimiento explícito de una colaboración entre los nazis y los sionistas en el pasado, algo que termina de desmontar muchas solemnes negaciones, acusaciones y manifestaciones actuales repetidas incansablemente.

Pero, ¿a qué se estaba refiriendo Stern?

Seguramente recordaba que la cooperación nazi-sionista nació pocos días después que Hitler llegara al poder y se perfecciono en Berlín en agosto de 1933, como consecuencia de las negociaciones entre importantes funcionarios alemanes y Chaim Arlosoroff el Secretario Político de la Agencia Judía.
Mediante ese pacto conocido como el Ha’avara (palabra hebrea para “traslado”), los nazis permitieron a más de 70.000 judíos alemanes emigrar a Palestina con parte de sus riquezas.

El Dr. Ludwig Pinner, funcionario de la Compañía Ha’avara en Tel Aviv durante los años treinta, comentó que la excepcional competencia de los inmigrantes de Ha’avara contribuyeron” “decididamente al desarrollo económico, social, cultural y educativo de la comunidad judía de Palestina.”

A través del Ha’avara los bienes producidos en Alemania como enchapados especiales, herramientas, grúas, automóviles, maquinaria agrícola, camiones, productos y servicios de alta tecnología se volcaron en grandes cantidades a Palestina. Dice el historiador judío americano Edwin Black: “Muchas de estas personas, sobre todo a fines de los años 30, recibieron el permiso para transferir verdaderas réplicas de sus casas y fábricas,  de hecho eran aproximadas réplicas de su misma existencia”.  Varias de las mayores empresas industriales fueron construidas con capitales de Alemania, incluyendo la empresa de aguas Mekoroth y la empresa textil Lodzia. “La afluencia de los bienes y capital de Ha’avara, concluye Black, produjo una explosión económica en la Palestina judía” y fue “un factor indispensable en la creación del Estado de Israel”. El Pacto sirvió al objetivo sionista de traer colonos judíos jóvenes e instruidos y capital de desarrollo indispensable para el Yishuv, mientras, simultáneamente servía al objetivo alemán de librar al Reich de un grupo extranjero no deseado.

Durante el Congreso Sionista de Praga en 1933 los delegados debatieron vigorosamente los méritos del Acuerdo y el Congreso Sionista llevado a cabo en Suiza en 1935, oficialmente aprobó el pacto abrumadoramente.

El 18º Congreso Internacional Sionista se celebró en Praga en 1933. Una gran mayoría de los delegados aprobó una resolución que invitaba a los hebreos a abandonar cualquier colaboración con el nazismo. La minoría que quería continuar con la colaboración económica con la Alemania nazi estaba liderada por David Ben Gurion. Este declaró: 

 "El problema entre el capital y el trabajo no se puede solucionar en un congreso sionista. El congreso sionista solo debe interesarse en construir Palestina lo más rápido posible".

Posiblemente Stern también se refería a la permanencia de seis meses del barón Leopold von Mildenstein en Palestina  durante 1933 como huésped oficial, un nazi acogido como "amigo del pueblo judío".

Con ese motivo, se acuñó una moneda conmemorativa en la cual se podía ver en una cara la estrella de seis puntas y en la otra, la esvástica. Posteriormente, von Mildenstein fue asignado al Despacho de Asuntos Judíos de las SS en 1935.

El Ministerio de Economía del Reich ayudó a organizar otra empresa para el traslado, la Agencia de Comercio Internacional e Inversión, o INTRIA (International Trade and Investment Agency), a través de la cual los judíos en países extranjeros podían ayudar a los judíos alemanes a emigrar a Palestina. Enormes sumas de dinero se canalizaron a través del Intria. Otros países europeos, deseosos de alentar la emigración judía, concluyeron acuerdos con los sionistas siguiendo el modelo de Ha’avara. En 1937, Polonia autorizó la fundación de la Empresa de Transferencia Halifin (palabra hebrea para “intercambio”). A finales del verano de 1939, Checoslovaquia, Rumania, Hungría e Italia habían firmado acuerdos similares


Stern dejó el Irgun para formar su propio grupo, al que llamó Irgun Tzvai Leumi B'Yisrael ( "Organización Nacional Militar en Israel"), más adelante Lohamei Jerut Israel ( "Luchadores por la Libertad Israel"). para distinguirlo.

Stern y sus seguidores creían que luchar y morir por el "ocupante extranjero 'que estaba obstruyendo la creación del Estado judío era inútil.  consideraba que  los británicos eran el "enemigo” del pueblo judío '(los británicos) y' enemigos 'judíos (los nazis), creyendo que el primero necesita ser derrotado y el segundo manipulados. 

[Véase: "Stern, el hombre y su banda",  Edit. Yair 2011 Op. militares “cuadrilla”
por Zev Golan, published in Tel Aviv, Israel. Especialmente véase el Apendix A Chronological List of Leji Operations (Impresionante) (110).


NOTAS

110. El texto en alemán se encuentra en el Apéndice n· 11, en el libro de
David Yisraeli: Le Problème palestinien dans la politique allemande, de 1889
a 1945, Bar Ilan University, Ramat Gan, Israel, 1974, p. 315-317.

111. E. Haber, Menahem Beghin, the man and the legend, Ed. Delle Book. Nueva
York, 1979, p. 385.


La Defensa:

El Leji o “banda Stern” no dejaba pasar un día sin enviar amenazas de muerte a los integrantes del tribunal, especialmente al presidente del Tribunal militar, el Juez Mohmoud Mansour Bey y a los fiscales Mohamed Towayar Pasha  y Coronel Selim Zaki. 

Sorpresivamente se conoció que la defensa de los asesinos estaría a cargo de tres famosos y costosos abogados del foro egipcio, los doctores Abdula Fattah El Said, Tewfik Doss Pasha y Hassan Djeddaouil, todos ellos pertenecían al stablishment socio-político de Egipto. 

El Leji sostuvo que estos profesionales del derecho lo hicieron voluntariamente y sin cobrar honorarios, un hecho realmente extraño, para no calificarlo de increíble.

Ante el tribunal los defensores  expresaron con fuerte carga emocional un resumen de los clásicos argumentos de los sionistas revisionistas quienes se consideraban que estaban en guerra contra el Reino Unido, y describieron a los acusados como sujetos muy jóvenes que luchaban por la libertad de su pueblo, posiblemente con métodos equivocados, pero lo hicieron de acuerdo a su escasa y violenta experiencia de vida.  Incluso sostuvieron que Eliahu Jakim tenía sólo 17 años, seguramente con la intención de impedir la aplicación de la pena de muerte.

“Los judíos han hecho toda clase de tratativas pacíficas y tentativas generosas pero nadie los ha escuchado”, sostuvo Abdula Fattah El Said, ex presidente de la Corte de Apelaciones Egipcia. “Algunos de ellos llegaron a la conclusión de que era necesario sacrificarse personalmente ante la indiferencia de los poderosos del mundo e intentar salvar a su sufriente y masacrado pueblo”.

Tewfik Doss Pashá ex ministro del gabinete del rey Faruk, actuó durante todo el juicio como un verdadero actor para impresionar al tribunal. Comparó el crimen de los acusados con el acto que comete un amante engañado. “La actitud de Gran Bretaña, al clausurar para sus hermanos las puertas de Palestina los defraudó e indignó, pues impidió el ingreso de centenares de miles de inocentes judíos que creían en la Declaración Balfour, en el Mandato de la Sociedad de Naciones y esos dolorosos e injustos motivos los impulsaron a cometer un crimen político, hecho absolutamente diferente a un asesinato común y que implica responsabilidades diferentes”. 

El veterano abogado Hassan Djeddaouil expresó: “Vivieron con la imagen y el sonido de la Declaración Balfour en sus ojos y oídos; la bebieron en el pecho materno, respiraron y soñaron con ella en su niñez en el espacio nunca olvidado de su Tierra Santa, y vieron con sus jóvenes ojos, que se haría realidad el sueño de una Patria Judía al cabo de 2000 años. La pasión y las acciones de estos encausados es de un patriotismo exagerado, seguramente debido a su juventud y a una equivocada orientación, pero patriotismo al fin, realidad que debe ser comprendida por el honorable Tribunal”.

En concreto la defensa sostuvo que la tragedia fue motivada por sentimientos de un exagerado patriotismo, causado por el abandono de solemnes promesas y obligaciones de la potencia mandataria, la actitud indiferente del mundo hacia los judíos y a la evidente escasa vida de dos jóvenes que crecieron en un ámbito de manifiesta violencia e injusticia. 

Abdula Fattah El Said recordó al Tribunal que:

"La Declaración Balfour fue ratificada por el Consejo Supremo de las principales potencias en San Remo y por el Tratado de Sevres, Declaración que no es susceptible de modificación unilateral. Fue sancionada para que la comunidad hebrea tenga las mejores perspectivas de un desarrollo libre y se le brinde una amplia oportunidad al pueblo judío de desarrollar sus capacidades. Para hacer justicia es esencial que el Tribunal comprenda que los judíos están en Palestina por derecho y no por tolerancia de los británicos. Por este motivo es necesario que se conceda una garantía internacional a la existencia del Hogar Nacional Judío en Palestina y se reconozca que su derecho se basa en lazos históricos tan antiguos como presentes en el día de hoy.

Es necesario que la comunidad judía de Palestina esté en condiciones de aumentar pacíficamente su población mediante la inmigración, pero la Potencia Mandataria impide desde hace muchos años el ejercicio de este derecho mediante el empleo de la fuerza. Si esto no se tiene presente este juicio no tiene sentido”.

Véase “Martyrs in Cairo. The Trial of the assassins of Lord Moyne” de Leo Benjamin, editado en 2011 por Literary Licensing. 


Síntesis de los alegatos de los acusados:

Los acusados solicitaron hablar en hebreo, el presidente del Tribunal Mohamed Mansour Bey cuestionó el pedido pero no lo impidió, rápidamente los Eliahus cambiaron de opinión por una razón pragmática, en la sala había una gran presencia de periodistas que no entendían ese idioma, era mucho más conveniente para la difusión del caso expresarse en inglés. También solicitaron ser juzgados por un tribunal internacional imparcial, esta solicitud fue negada por cumplimiento imposible, no existía en el mundo ese tribunal.

Jakim afirmó con actitud desafiante: “En este juicio nosotros somos los acusadores. Nosotros acusamos a Lord Moyne y al gobierno que él representaba de asesinar a cientos de miles de nuestros indefensos  hermanos, ignorar la dignidad del pueblo judío y dominar mediante la violencia nuestro hogar nacional.         
                            
¿Donde está la ley que los haría responsables por sus crímenes?  Aunque ausente de los libros, esa escritura está grabada en nuestros corazones. Por lo tanto, nosotros no tuvimos más alternativa que tomar la justicia en nuestras propias manos.”

Eliahu Bet-Zuri dijo pausada y serenamente al tribunal: “Miles y miles de familias de mi pobre pueblo fueron ahogados en un mar de sangre y lagrimas. El soberbio jefe británico ajusticiado le negó a mi gente refugio y auxilio. Él desde la cubierta de sus buques de guerra observó como mis hermanos se ahogaban y morían. Y si algunos con sus últimas energías se aferraban a un madero o un bote para salvar sus vidas, el usurpador británico los empujaba nuevamente hacia abajo para asegurarse que ellos se hundieran en el abismo. Para nosotros, los judíos residentes en nuestra sagrada patria, que presenciamos durante años toda esta maldad, estamos condenados a: rendirnos o luchar. Nosotros elegimos luchar.”

Dice Sarah Honig en el Jerusalen Post “Con los británicos empujando las vasallas cuerdas judiciales de Egipto por la pena capital, los Eliahus no tuvieron posibilidades. Ellos fueron sentenciados a morir en la horca.    El 23 de marzo de 1945 Hakim fue el primero en subir al patíbulo cantando el Hatikva hasta su último respiro, Beit-Zuri hizo lo mismo hora y media más tarde”. 


Síntesis de la presentación del caso por la fiscalía:

Mohamed Towarar Pasha sostuvo que: Eliahu Bet Zuri y Eliahu Jakim han reconocido ser miembros de una organización terrorista extranjera, que les permitió ingresar ilegalmente al territorio egipcio con identidades falsas y les brindó los recursos necesarios para cumplir una finalidad criminal, la de asesinar a Lord Moyne y matar a quienes podían ser un obstáculo para cumplir su misión y así lo hicieron.

También reconocieron que asesinaron a un joven chofer de automóviles el señor Corporal Fuller e intentaron asesinar con varios disparos sobre un puente lleno de personas al oficial de policía Mohamed Amin Abdullah quién participó en la detención de los acusados. 

El autor material del asesinato de Lord Moyne fue Eliahu Jakim, este acusado disparó tres balazos a menos de dos metros de distancia contra un hombre mayor sorprendido e indefenso. Eliahu Bet Zuri ejecutó a mínima distancia a Corporal Fuller, mientras permanecía atento a que Jakim lograra abatir a Lord Moyne. Según el acusado Bet Zuri, si a Jakim se le trababa el arma él lo reemplazaría en la ejecución del Ministro.

Para la fiscalía el caso estaba cerrado. Los mismos acusados confirmaron la presencia total de elementos probatorios y acreditaron naturalmente sus responsabilidades penales. Los imputados reconocieron los grados de participación común en los hechos endilgados. Confesaron que con premeditación vulneraron las leyes de Egipto y de la civilización. No fue una acción equivocada e impulsiva de dos muchachos, casi niños, como los honorables colegas de la defensa los quisieron presentar. Los niños no juegan con revólveres cargados de proyectiles y luego aprietan los gatillos ante quienes no son de su agrado. 

Tampoco los jóvenes con sueños de supuestas libertades e ideales de redención social y política se dedican a matar a quienes piensan y actúan de manera diferente. La defensa solicita graciosamente que las autoridades y la sociedad comprendan con generosidad a los imputados y hasta los perdonen por sus motivaciones ideológicas.

Mohamed Towarar Pasha afirmó que Egipto es un país que tiene leyes como todos los países del mundo y sostiene que las mismas deben  cumplirse. No hay ni puede haber impunidad para quienes comprendiendo la criminalidad de sus actos se burlan de ellas. Mirando fijamente a los ojos de los acusados dijo: “Usted Eliahu Jakim y usted Eliahu Bet Zuri son asesinos, ambos ingresaron a Egipto para cometer crímenes y sin dudar lo hicieron. Exijo al Tribunal que los sancione con la pena máxima.


Fallo: 

El día 18 de enero el Tribunal dictó su sentencia inapelable. “Eliahu Jakim y Eliahu Bet Zuri son culpables de los cuatro cargos que analizó el Tribual y son condenados a muerte”.

Era evidente que Towayar Pasha y Selim Zaki habían recibido informes clasificados del CID, MI5 y de los detectives británicos de Jerusalén, lo también nos permitió conocer que:

Eliahu Jakim, y Eliahu Bet Zuri no viajaron juntos a El Cairo. Jakim, el más joven, lo hizo el 14 de octubre, él desconocía el terreno y no tenía experiencia en ataques armados, aunque había recibido entrenamiento y era apreciado por los altos mandos de Leji por su fanática devoción al ideario de Abraham Stern. Jakim llegó a El Cairo vistiendo uniforme de la Brigada Judía de Palestina y con documentación de identidad falsa.

Una célula de Leji con “Avigad” a la cabeza lo recibió en El Cairo, este sujeto era  un comandante del Leji, muy cercano a Shamir y gran amigo de Bet Zuri. “Avigad” era quién le había tomado a Eliahu Jakim el juramento de lealtad al Leji. Le brindó información sobre el objetivo de la acción, (algo ignorado por Jakim) los movimientos, hábitos y costumbres de Lord Moyne, le entregó fotografías recientes del Ministro (ya que él no lo conocía) y datos básicos necesarios para ambientarse, también recibió las llaves de un pequeño departamento de seguridad para dormir.

“Avigad” lo contactó con el “maestro Sadovski” a quién había prestado servicios de apoyo e inteligencia al Leji. Sadovski era considerado una enciclopedia sobre la geografía y las características de El Cairo, él lo instruyó sobre las calles y barrios y le entregó un plano de apoyo. 

El “maestro”  no lo impresionó bien a Jakim por presentarse acompañado de una llamativa mujer, casi adolescente y hablar demasiado, Jakim decidió no responder a sus numerosas e inoportunas preguntas. 

Eliahu Bet Zuri llegó desde Palestina el 20 de octubre, también fue recibido por “Avigad”. Le indicó concurrir a un determinado bar de bebidas cairota a las 7 horas pm y allí se dedicarse a examinar algunas de las botellas en venta, entonces un hombre muy joven que estaba apoyado en la barra del bar se acercaría y le ofrecería un cigarrillo, gesto que sería bien recibido y debía pronunciar estas palabras: “Gracias, mi nombre es Zebulun”, el joven de la barra debía responder: “Es un placer, yo soy Ezequiel”. Así se conocieron los dos Eliahus.

Bet Zouri era el responsable de la operación por su experiencia en combate. Su debut como terrorista ocurrió en 1938 cuando Shamir, junto a un recluta de 15 años de edad, llamado Eliahu Bet Zuri, robaron una urna de la Organización Sionista Mundial (la SMO) destinada a recoger fondos (dinero, joyas, oro, cheques para comprar tierras) que los viajeros judíos voluntariamente donaban cuando entraban y/o salían de Tel Aviv . Ellos hirieron gravemente al recaudador de la Agencia Judía y colocaron una bomba para destruir el puesto, el estallido quemó levemente  las piernas de Bet Zuri y dejó algunas marcas en la cara del futuro Primer Ministro de Israel.  

Bet Zuri últimamente había participado en tres intentos fallidos para asesinar al Alto Comisionado británico en Palestina, matado a varios de sus custodios y posiblemente fue quién  hirió a Sir Harold MacMichael.

En La Escritura, de Gerold Frank (Op. ya citada) nos da una descripción completa del asesinato y del juicio a los dos responsables del mismo.  
Escribe en la p. 35 y 36.

"Para explicar la naturaleza del acto a cometer en El Cairo, Itzhak Shamir, el comandante de operaciones del Leji, quién planeó y ordenó la muerte de Moyne, dijo: 'Un hombre que sale a tomar la vida de otro a quien no conoce, debe creer una sola cosa: que por su acto se va a cambiar el curso de la historia".


Menachem Begin el jefe del Irgúm estaba disgustado con Shamir, no porque se opusiera al asesinato de Lord Moyne, sino porque Shamir no lo había advertido de antemano, lo que habría permitido comenzar a prepararse para resistir la traidora “temporada de caza” de Ben Gurion y la natural reacción británica con sus enérgicas medidas contra los verdaderos combatientes judíos.

En su libro, “La Revuelta”, en las páginas 150 y 151, Begin reprendió a la Banda Stern, diciendo:

"Como compañeros en la revuelta y socios en el peligro, debíamos haber sido informados por los jefes de Leji de lo que estaba por ocurrir. Pero su silencio permitió ser tomados completamente por sorpresa".

Como ya hemos relatado en entregas anteriores, a pesar de las purgas y traiciones en la interna política de los sionistas, Eliahu Jakim y Eliahu Beit-Zuri no permanecieron mucho tiempo considerados como dos villanos enemigos del sionismo.

Cuenta Sarah Honig, una propagandista del Leji, que en 1962, Ben Gurion,  había cambiado de opinión, los asesinos de Lord Moyne ya no eran un par de terroristas revisionistas, ahora eran dos patriotas judíos, por eso, le escribió a la histórica veterana del Leji, a la guerrillera Geula Cohen: “Yo inclino mi cabeza en admiración y estima por las heroicas muertes de los dos Eliahus en El Cairo.”


ATENCIÓN

La Organización Sionista Mundial también había presentado, en 1919, un memorándum a la Conferencia de Paz de París donde precisaba los límites de lo que consideraba debía ser el "hogar nacional judío":

"Toda Palestina, el sur del Líbano incluidas las ciudades de Tiro y Saida, la zona del Monte Hermán donde nace el Río Jordán y la porción sur del Río Litani; las alturas del Golán en Siria, incluyendo las ciudades de Quneitra, el Río Yarmouk y los manantiales de Al-Himmeh; todo el Valle del Jordán, el Mar Muerto, y las tierras al este hasta las afueras de Ammán y de ahí hacia el sur a lo largo de la línea del ferrocarril del Hejaz hasta el golfo de Aqaba; en Egipto desde elArish en la costa Mediterránea en línea recta hasta Sharm el Sheick en el Golfo de Aqaba ".

Irgún (Irgun Zvai Leumi) fue fundado en 1931 como respuesta a la revuelta palestina que estalló en 1929, después de que los británicos rechazaran demandas árabes de independencia plena y reafirmaran su compromiso con la creación de una patria judía en Palestina.

La organización terrorista Irgún justificó su política de atentados contra la población árabe con el argumento de que eran “ataques preventivos”. Los métodos utilizados introdujeron, según el historiador israelí Benny Morris, una nueva dimensión al conflicto.

Por primera vez, se colocaron bombas en forma masiva en centros árabes atestados, y decenas de personas fueron asesinadas o mutiladas indiscriminadamente. 
Esta innovación pronto encontró imitadores árabes y se transformó en algo así como una tradición. Durante las décadas siguientes, las ferias callejeras, paradas de autobús, cines y otros edificios públicos de Palestina (y después, de Israel) se transformaron en blancos cotidianos, lo que dio un cariz brutal al conflicto.

Entre los primeros miembros y líderes de Irgún se cuentan Avraham Stern, quien se destacaría en la historia del terrorismo israelí, y Yitzhak Shamir, futuro primer ministro de Israel.

En 1939, Irgún se volvió contra Gran Bretaña tras la publicación de un proyecto de ley gubernamental que proponía la limitación de la inmigración judía en Palestina.


Así, el terrorismo que hasta entonces se había dirigido contra los árabes se extendió a las autoridades coloniales. Sin embargo, en 1940 los líderes de la organización terrorista decidieron suspender su campaña contra los británicos para no debilitar el frente aliado contra la Alemania nazi. Esta decisión provocó un cisma en Irgún, cuyos miembros más radicales, encabezados por Stern y Shamir, formaron una organización terrorista rival llamada LEHI. Esta organización, más conocida como “la banda Stern”, continuó sin alteraciones su campaña de terror.

Eliahu Jakim, de 20 años de edad y Eliahu Bet Zuri, de 23, fueron juzgados y sentenciados, por un tribunal egipcio, muriendo luego en la horca. Ambos admitieron ser integrantes del grupo “Leji” o “Stern” denominado así en memoria de Abraham Stern, miembro fundador del “Irgún Tzvaí Leumí”, quién fue muerto a balazos por el MI5 británico en Tel Aviv en 1942. 


Arthur Koestler sostuvo que Eliahu Jakim fue testigo de la voladura del buque de refugiados “Patria”, ocurrida en el muelle de Haifa, que provocó la muerte a más de 250 personas, después de habérsele negado a los judíos la autorización para desembarcar y que esto, influyó mucho en su corta vida. Esta mención de Koestler fue puesta en dudas por el historiador británico Christopher Sykes. 


Continúa

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