jueves, 16 de agosto de 2007

Un sentimiento negado para los sionistas

Querido Chuikov:
Estando en la provincia de San Juan (Argentina), en la casa de una de mis hijas, me puse a navegar en Internet y como era uno de esos días en que la vida nos invita a tomar un café deseaba comunicarme contigo, pero era imposible porque estabas de vacaciones, entonces visité Opinatio, sección "Mundo Actual", artículo "Buenos Aires Querido" muy bien escrito por Javier Otaola.
Otaola nos dice que cuando nos conectamos con la estética del tango también entramos en contacto con una especie de culto, colectivo e individual, ético y estético dedicado a la Nostalgia, y la identifica como un sentimiento extraño.
Dice Javier: "En principio se supone que se trata de un padecimiento, es decir de una pasión, la nostalgia es un dolor por aquello que pudo ser y no fue, o que dejó de ser cuando más necesitábamos que siguiera siendo".
Y en una descripción magistral agrega: "La nostalgia descubre nuestra fragilidad existencial. Es decir pone de manifiesto cómo nuestro SER no nos viene dado sino que lo vamos construyendo, en el mejor de los casos a partir de una voluntad esclarecida y autónoma y en el peor como consecuencia de las convenciones y máscaras sociales con las que nos cubrimos. ... Como en un making off SOMOS también aquellas otras existencias que hemos dejado en el camino, también aquello que nos tentó, aquello que descartamos forma, parte de nuestro ser completo y la nostalgia es muchas veces el vivo sentimiento de esas otras existencias truncadas, incompletas o virtuales que han quedado dentro de nosotros".
Qué bien, que buen decir el de Javier.
Ya me imagino la expresión de tu rostro y tu interrogación mental ¿que le pasa a Sasha?
Tienes razón Chuikov, esta no es la temática de nuestros diálogos, mejor dicho, de nuestros monólogos más o menos reflexivos.
La lectura del texto de Javier Otaola me ha dado una clave inesperada. Sí amigo, creo que en el fondo de nuestra hasta ahora implacable sordera, está operando una cierta dificultad para percibir y entender el sentimiento, la nostalgia Palestina.
Te niegas a reconocer, o te cierras para no vivir ese sentimiento llamado nostalgia y que el tango emblemático lo expresa así:
Si supieras, que aun dentro de mi alma,
conservo aquel cariño
que tuve para ti.
Quien sabe si supieras
que nunca te he olvidado,
volviendo a tu pasado
te acordaras de mi.
Chuikov, la nostalgia se refiere a esa memoria de lo vivido y hasta de lo imaginado cercanamente, por hombres reales de carne y hueso con historia y presente comprobados, simples seres humanos, como vos, yo y los palestinos.
Chuikov, amigo mío, ¿porqué rechazas la nostalgia palestina? Y en cambio aceptas el prepotente y arrogante accionar de los sionistas que fundan su derecho actual sobre una serie de leyendas y mitos orientales compilados hace varios miles de años.
Un miembro del lobby sionista que conduce la política exterior de USA, el Sr. Thomas L. Friedman, columnista del "The New York Times", sujeto que fue un pionero en llevar la carnicería a Afganistán e Irak y naturalmente, ahora es un influyente consejero para lanzar la guerra preventiva contra Irán, se atrevió a pedirle a Nelson Mandela que se "definiera" respecto del conflicto en el cercano oriente.
Esta es la respuesta que el estadista sudafricano le envió al Sr... Friedman, y que expresa totalmente mi posición en el tema que debatimos.
Estimado Thomas:
Sé que usted y yo anhelamos la paz para Oriente Medio, pero antes de que usted continúe hablando sobre las condiciones necesarias desde la perspectiva israelita, necesita saber lo que pienso.
¿Dónde empecé?, cerca de 1964. Permítame citar mis propias palabras de aquel escrito. Son ciertas tanto hoy como lo eran entonces: "He luchado contra la dominación blanca y contra la dominación negra. He defendido el ideal de una sociedad democrática y libre donde todas las personas puedan vivir juntas en armonía y con las mismas oportunidades. Es un ideal que espero vivir lo suficiente para lograrlo. Pero si es necesario, estoy dispuesto a morir por este ideal".
Hoy el mundo, negro y blanco, reconoce que el apartheid no tiene ningún futuro. En Sudáfrica se ha acabado por nuestra lucha masiva y firme en construir la paz y la seguridad. La masiva lucha de protesta y otras acciones sólo podían culminar con el establecimiento de la democracia. Quizás le es extraño observar la situación en Palestina o más específicamente, la estructura de relaciones políticas y culturales entre los palestinos e israelíes, como un sistema de apartheid. Es porque piensa erróneamente que el problema de Palestina empezó en 1967. Esto quedó reflejado en su reciente columna "Primer Memorándum de Bush" en The New York Times del 27 de marzo.
Parece sorprendido al oír que todavía los problemas de 1948 no están resueltos, como es el problema más importante, el derecho al retorno de los refugiados palestinos.
El conflicto palestino-israelita no es sólo un problema de ocupación militar, Israel, es un país que no fue creado "normalmente" y ocupó otro en 1967. Los palestinos luchan por un "estado" en libertad e igualdad, al igual como nosotros luchamos por la libertad de Sudáfrica.
En los últimos años, y sobre todo durante el gobierno laborista, Israel mostró que no estaba dispuesto a devolver lo que ocupó en 1967; los asentamientos permanecen, Jerusalén está bajo la exclusiva soberanía israelí, y los palestinos no tienen un estado independiente, están bajo la dominación económica israelí, con el control israelí de sus fronteras, la tierra, el aire, el agua y el mar.
Israel no piensa en un "estado" sino en la "separación". El valor de la separación es medido por la habilidad de Israel de mantener lo judío en el estado judío, y para no tener una minoría Palestina que podría volverse una mayoría en algún momento en el futuro. Si esto tiene lugar, obligaría a Israel a que se volviera un estado democrático y binacional o a convertirse en un estado del apartheid no sólo de facto sino también de iure.
Thomas, si usted observa las votaciones en Israel durante los últimos 30 o 40 años se encuentra con el racismo claramente, una tercera parte de la población declara abiertamente ser racista.
Este racismo es de la naturaleza "me odian los árabes" y "deseo que estén muertos". Si también analiza el sistema judicial de Israel, verá que hay discriminación contra los palestinos, y si va más allá estudie los Territorios Ocupados en 1967 y encontrará que hay dos sistemas judiciales en funcionamiento, que representan dos formas diferentes de considerar la vida humana, una para los palestinos y otra para los judíos. Hay dos formas diferentes para la propiedad y para la tierra. La propiedad palestina no es reconocida como propiedad privada y puede confiscarse.
Acerca de la ocupación israelita de Cisjordania y Gaza hay un hecho más. Las llamadas "áreas autónomas palestinas" son bantustanes. Tienen limitadas sus competencias por la estructura de poder del sistema del apartheid israelí.
El Estado palestino no puede ser un apéndice del estado judío, sólo para preservar la pureza judía de Israel. La discriminación racial en Israel de la mayoría de los palestinos es cotidiana. Desde el momento que Israel se declara como un estado judío, los judíos israelíes pueden tener derechos y privilegios que los no judíos no pueden tener. Los árabes palestinos no tienen ningún papel en un estado "judío".
El apartheid es un crimen contra la humanidad. Israel ha privado a millones de palestinos de la libertad y de sus propiedades. Ha perpetuado un gran sistema de discriminación y desigualdad. Ha sistemáticamente encarcelado y torturado a miles de palestinos, en contra de las leyes internacionales. Ha emprendido una guerra contra la población civil y en particular, contra los niños.
Las protestas de Sudáfrica contra los abusos a los derechos humanos que nacen de las políticas de confiscación y de apartheid, indican a la sociedad israelí que debe antes de hablar de una paz justa y duradera en Oriente Medio, poner fin a su política de apartheid.
Thomas, no estoy olvidando la diplomacia en Oriente Medio. Pero no seré indulgente como otros. Si quiere la paz y la democracia, le apoyaré. Si quiere el apartheid, no le apoyaremos. Si quiere apoyar la discriminación racial y la limpieza étnica, nosotros nos opondremos. Cuando lo piense, llámeme.
Atentamente, Nelson Mandela.
Naturalmente, no va a haber llamado alguno porque el Sr. Thomas L. Friedman es un manager de las políticas belicistas, es un publicista de la deslocalización de las empresas para obtener siempre mayores ganancias, es un predicador de la "reingeniería" y del "outsourcing", así como, es un tenaz enemigo de los acuerdos de Kyoto para proteger al planeta.
No habrá llamado porque Friedman apoya entusiastamente la discriminación racial, la limpieza étnica y el apartheid que practicaron y practican los colonizadores de origen europeo, es un fanático sionista que poco tiene que ver con el pensamiento, la obra, los sueños y los sufrimientos de Nelson Mandela.
Chuikov, la nostalgia es un sentimiento extraño, es una emoción totalmente negada y denegada por los racistas, los usureros y los partidarios de la guerra.
A esos tipos sólo les importa la afirmación dominante de su supuesta y ancestral tribu-clase, la de los que tienen el poder del dinero y las armas, ya que precisamente por y para eso afirman que: "The world is flat", título de uno de los libros de este cómplice del terror.
A esta categoría de soberbios ¿qué o cuanto les puede importar la nostalgia palestina y los sufrimientos de los seres humanos pobres y excluidos? Seguramente, nada.
Chuikov, la nostalgia existe dentro nuestro, si hacemos el esfuerzo de compartirla, posiblemente nos resultará cercana y más próxima porque solo podemos sentirla con un prójimo, entre tú y yo, al decir de Martín Buber.
Entonces, será posible comprobar que nuestros valores y elecciones primarias son mucho más convergentes de lo que habías imaginado.
También afirma Javier Otaola que "la estética del Tango es una celebración de esas nostalgias, que a pesar de que nos niegan, también nos completan. De ahí su intensidad amarga y dulce a la vez".
Se me ocurre que el gotan y el flamenco tienen muchas cosas en común, y una de ellas, es precisamente la Nostalgia, para vos Chuikov vayan estos versos, tan tuyos como míos, aunque provienen de lo más profundo de tu bella tierra.
Nostalgia Flamenca.

Lamentos de una guitarra,
que el tocaor con sus dedos
le transmite sus penas,
un grito que se desgarra
entre sus cuerdas,
deshojando el llanto
que lleva dentro de su alma.
Sus notas suenan a tristeza y dolor
que el tocaor se lo calla,
para que nadie sepa
el dolor que le atormenta.
Su guitarra le acompaña
para aliviar sus penas,
las manos con sus cuerdas
las dos se abrazan,
en el silencio de la noche
o de la madrugada,
nadie sabe en que momento
se siente esa gran nostalgia.
Un sentido abrazo de Sasha.